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jueves, 3 de junio de 2010

Un obstáculo menos para el número uno

Tras dejarle camino libre ayer Roger Federer, Rafa Nadal se ha aplicado de lo lindo para superar al murciano Nico Almagro en los cuartos de final de la Copa de los Mosqueteros. El balear no lo ha tenido fácil para superar a tenista pimentonero y el resultado no muestra, ni mucho menos, lo disputado que ha sido el encuentro entre ambos.

Almagro fue quien tuvo la iniciativa del juego nada más comenzar el duelo, Nadal entro algo dormido y eso lo aprovechó el murciano para adjudicarse un break. La reacción de la segunda raqueta del mundo no se hizo esperar, rapidamente igualó la contienda. Los dos afrontaron los sucesivos puntos con muy buen acierto en el servicio, por lo que la primera manga quedó avocada al desempate final. En el momento decisivo del set, Nadal tiró de experiencia y de calidad tenística para llevarse claramente el primer tanteo.

El segundo set fue si cabe más igualado que el primero. Almagro se esforzaba al máximo para apretar al de Manacor, pero el juego de Rafa no daba opción a su rival y controló la situación. Tan equilibrado estaba el set que apenas ninguno tuvo ocasión de acercarse a un break point. La segunda manga de nuevo se tuvo que decidir en el tie break. Como anteriormente, Rafa sacó sus mejores golpes para poner en la saca el segundo set.

Poco a poco Nico iba perdiendo esperanzas viendo que a pesar de realizar un buen partido el balaer no tenía cisuras en su juego. El tercer set no supuso problema alguno para el número dos del mundo. De esta manera, se acerca cada vez más a ser la mejor raqueta del planeta.

Melzer a semifinales

El rival en seminales será la revelación del torneo, el austraico Jurger Melzer. El número veintisiete del mundo a sus 29 años de edad se ha cargado al serbio Novak Djokovic en un partido colosal. El balcánico se avanzó ganando los primeros set, pero Melzer no se dio por vencido igualó el duelo con un tenis sensacional. En el último y definitivo set ambos se lanzarón hacía la victoria. El de Belgrado parecía un caballo desbocado, pero su errores de precipitación y la motivación del austriaco le dejaron fuera de la semifinales.

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