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jueves, 4 de febrero de 2010

Murray como Ivan Lendl



El tenista escocés acierta de pleno en tomarse un breve periodo de tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido en Australia y, cómo no, para sacar la mejor lección posible del varapalo encajado. No es más que un partido perdido, es cierto. Pero también lo es que hay derrotas que dejan mucha huella y duelen, como la de Federer ante Nadal, el año pasado en las mismas pistas australianas. Analizar lo sucedido con su equipo, de la manera más objetiva posible, es el mejor modo de seguir dando pasitos adelante.

No es extraño del todo disputar dos finales de Grand Slam y quedarse sin premio. Sin ir mas lejos, uno de mis tenistas españoles favoritos Alex Corretja, su asesor personal, ya lo experimentó en su día en sus propias carnes frente a Moya y frente a Kuerten (Roland Garros de 1998 y 2001). A buen seguro, Murray tendrá muchas más oportunidades de resarcirse en el futuro. Su completa gama de golpes y su inteligencia táctica en la pista así parecen destinarlo. Además, tanto en Melbourne como en Flushing Meadows se encontró con un impresionante Roger Federer.

Quizás sea Lendl, el estadounidense de origen checo, el mejor espejo en el que pueda mirarse Murray. Como le ha sucedido al chico de Dunblane, el tenista de hielo compartió generación con algunos de los jugadores más brillantes y geniales de la historia del tenis, por lo que le costó mucho esfuerzo y mucha constancia acabar por imponer su reinado.

Lendl perdió cuatro finales de Grand Slam antes de ganar su primer grande. Y lo consiguió en la final de Roland Garros de 1984, tras remontar dos sets en contra ante John McEnroe. Su determinación le llevó a mejorar poco a poco, a creerse lo bueno que realmente era, hasta conseguir dar el gran salto, y convertirse en un grandísimo tenista dentro de la pista. Una actitud que le permitió disputar 19 finales de Grand Slam (8 títulos) y permanecer durante 270 semanas en el reinado del tenis. Actualmente la segunda mejor marca como número 1, pero que dentro de 3 semanas sera superada por el maestro Federer.

Murray no puede salir de Melbourne con la idea de haber sido un segundon. Hasta llegar a la final hizo gala de un tenis inteligente, táctico y sólido, dominado el tempo de los partidos, lo cual le permitió llegar a la soñada final cediendo un solo set ante Cilic, y habiendo dejado en la cuneta al mismísimo Rafa Nadal, campeón en 2009.

La gran esperanza del tenis británico es ahora bastante mejor jugador que el año pasado. Sigue en una progresión ascendente, por lo que no debe obsesionarse con ganar su primer Grand Slam. Ser el jugador que todos los britanicos esperan para poner fin a los 74 años sin títulos de grand slam, debe hacerle sentir orgulloso, nunca presionado, o como diría Van Gaal en viceversa, "nunca negativo, siempre positivo"

Andy tiene que disfrutar del tenis, trabajando si cabe más fuerte de lo que lo ha hecho hasta ahora, sobre todo en tierra. Y fundamentalmente confiar en sí mismo, dejarse llevar por su instinto, y ser más agresivo y decidido cada vez que se le presente una oportunidad, o si no que se lo digan a Del Potro en la final del US Open. Eso fue lo que hizo el de Dunblane ante Nadal, como lo ha sido tantas veces ante el propio Federer. De hecho su head to head partcular frente al de Basilea todavía le es favorable (6-5). La paciencia, la seguridad y el contraataque son conceptos que lleva impresos en su mente, y que siempre irán con él. Pero no puede olvidarse de soltar su drive y de que su potente saque y su revés a dos manos pueden someter a cualquiera. Esas envestidas que el año pasado le hicieron ganar dos Master 1000 (Miami y Canada), un ATP 500 (Valencia), y 3 títulos menores ATP 250 (Doha, Rotterdam y Queen´s)

El propio Lendl, reflexionando sobre aquello que le permitió dar el salto definitivo adelante, afirmó: “La clave era saber que tenía que hacer cambios para mejorar. Nunca estuve muy seguro de que fuera por el camino correcto. Nunca se puede estar seguro al 100% de los cambios en el trabajo. Muchos chicos rinden sin obtener resultados inmediatos. Hay que ser muy paciente”. Los títulos llegarán para Murray. Seguro, que el tiempo premiará su esfuerzo y trabajo. Suerte, Andy.

1 comentario:

  1. Yo tengo mis dudad sobre Murray, corre riesgo en convertirse en un tenista del monton

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