El doblete del Mosquito

A Juan Carlos Ferrero "el Mosquito" le sienta bien Sudamerica, tras ganar la semana pasada en Brasil, su primer título del año, el de Onteniente ha vuelto a saborear las mieles del triunfo ante el tenista de Javea David Ferrer, en Buenos Aires. En un un gran duelo de dos horas y 32 minutos, mano a mano entre dos de los grandes gladiadores del tenis español, durísimos en canchas de arcilla, donde ambos se formaron tenísticamente y ganaron la mayoría de sus títulos. Un partido curiosamente 100% valenciano, ya que ambos aparte de que comparten la propiedad del Torneo de Valencia, nacieron en la Comunidad Valenciana -región por la que nuestro compañero Rafael Gil tiene mucha estima-.

El segundo favorito gritó campeón al ganarle 5-7, 6-4 y 6-3 y conseguir la tercera escala de la tradicional gira latinoamericana de tierra batida.

Amigos y compañeros de Copa Davis, se castigaron, en el buen sentido, con sus poderosas derechas y dejaron en claro que son de los mejores exponentes en esta clase de superficie.
Más allá del paladar de cada uno, de los estilos de juego preferidos, Ferrer y Ferrero figuran sin ninguna duda entre los diez grandes especialistas en polvo de ladrillo de la década. Es que saben moverse como pez en el agua en las canchas lentas, son muy sólidos y estables desde el fondo y tienen una resistencia de elegidos, tanto mental como físicamente.

El de Onteniente superó sus problemas con el saque que le costaron la primera manga -cometió cuatro dobles faltas en el partido- y terminó ofreciendo su mejor versión en los siguientes sets en los que fue más eficaz con el resto que el de Jávea, que este sábado sumó la victoria 300 de su carrera.

Así, después de forzar la tercera manga, Ferrero pudo vencer la resistencia del alicantino con un 'break' en el octavo juego (5-3) que terminó siendo definitivo para sumar el decimocuarto título a un brillante palmarés y suceder en el cuadro de honor al gerundense Tommy Robredo.

"Ganar dos semanas seguidas es increíble, es una gran sensación", comentó Ferrero, que consideró como "clave" para este éxito "el trabajo físico" que ha hecho estos meses. "He estado trabajando muy duro y siento que puedo estar dentro de la pista por siempre. Eso ayuda mucho a mi juego porque llego mejor a la bola y puedo ser más agresivo", apuntó.

Además, según explicó el de Onteniente, su mejoría física también le ha ayudado "mentalmente". "Me siento muy fuerte y sé que tengo más recursos ahora cuando juego puntos importantes. He estado trabajando con un amigo la parte mental y todo está funcionando", añadió.

Respecto a la final, el ex número uno del mundo indicó que el partido fue como esperaba, "muy complicado e intenso". "Nos conocemos desde siempre y somos muy buenos amigos. Nos leemos nuestro juego muy bien y con él se sabe que llegará a pelotas a las que otro no lo haría. El hecho de que la cancha estuviera lenta y hubiera viento me ayudó. En el tercer set me obligué a pensar que podía ganarlo y jugué más agresivo", señaló.

Gracias a esta victoria, Ferrero se situá en el puesto 16 de la ATP a solo 20 puntos del 14º Radek Stepanek.