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domingo, 2 de mayo de 2010

Ni la lluvia, ni Ferrer pudo con Nadal

Roma ya tiene nuevo emperador, o mejor dicho, Nadal ha revalidado el título del Master 1000 disputado en la ciudad eterna porque ya lo consiguió el año pasado. El mallorquín le tocó pelear de lo lindo ante un David Ferrer que como en las últimas ocasiones que se enfrentaba al número uno de España solo pudo reconocer la superioridad del jugador de Manacor. Dos sets, una hora y unos cuarenta bastaron para que Rafa Nadal se impusiera pero la lluvia hizo prolongar la final en el Foro Itálico durante toda la tarde, las largas interrupciones perjudicaron más a Ferrer a que a Nadal que iguala a Agassi en el número de Masters conseguidos.

El tercer cabeza de serie del torneo empezó practicando un tenis frenético, Nadal estaba más enchufado que Ferrer. El jugador de Javea se defendía como gato panza arriba de las acometidas del balear. El servicio del manacorí no corría ningún peligro. Sin embargo, el valenciano las pasaba canutas para resistir en las bolas de rotura que forzaba Rafa, fueron hasta cuatro veces en la que el manacorense lo intentaba. David estuvo sembrado, mantenía el saque a pesar de la dureza de su rival.

En los momentos decisivos del partido y con el marcador igulado, el encuentro se suspendió temporalmente por la fuerte lluvía que caía en la capital de Italia. Unos 45 minutos después, la contienda se reanudó, estábamos en la parte más interesante del partido. Tras la primera pausa, Rafa pareció estar un poco frio, su tenis era tan dubitativo como el mostrado en la semifinales con Gulbis. No obstante, Nadal se mantuvo firme con el saque en su poder. Entonces fue cuando Ferrer con saque a su favor y con el tanteo empatado a cinco cometió dos errores importante que aprovechó Rafa para forzar un rotura en la fase más determinante del set.



En la segunda manga, el mallorquín continuó con las mismas dudas del primero de los set vistas además en el partido contra Gulbis. A pesar de ello, Rafa recurrió a su fuerza mental y a las primeras de cambio nuevamente volvio a romper el servicio del número 16 del mundo. Fue entonces cuando la lluvia hizo acto de presencia por segunda vez en el encuentro. Casi horas después y cuatro desde que se iniciara el partido, el duelo continuó. Pero ya con la noche echada, David estaba ya fuera de la final de Roma. Un digno rival que no supo hacer frente a Nadal que solo estuvo correcto.

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